En el mundo del monitor múltiple tienes dos versiones de personas, los que ya los tienen, que matarían al que le quitaran uno de ellos, y los que no lo tienen, y creen que seria un lío usarlos y que no se aclararían.
Aquí tenemos una anécdota clara, los usuarios a los que les ponemos el monitor extra (a modo de prueba gratis) cuando pasamos a recogerlo, para ponérselo a otro, nos muerden si lo devolvemos al mundo de una dimensión, por lo que al final lo compran, esto pasa en el 90% de los casos.

Si usamos un ordenador de sobremesa, por lo general, es por la comodidad que nos transmiten el teclado y el ratón de toda la vida frente a otras opciones más portátiles o porque tenemos que trabajar con ellos y nos resulta mucho más cómodo hacerlo en un sobremesa que en un portátil o un móvil y la gran diferencia reside en la pantalla, que son mas grandes.

La evolución tecnológica de los monitores actuales hace que tengamos paneles de diseños muy logrados y compactos, con una calidad increíble. Pero, ¿se te ha ocurrido la idea de usar dos monitores alguna vez? ¿Para qué podríamos necesitar dos monitores? ¿Aumentará nuestra productividad?. Muchos de nosotros tenemos monitores viejos que aun siendo de tamaños mas reducidos, por ser mas antiguos, les podemos dar una segunda vida usándolos como apoyo. Vamos a ver qué beneficios puede aportar esta práctica.

El tamaño de los monitores y las conexiones

Ejemplo claro de multi-monitor

Antes de todo, el simple hecho de escoger un segundo monitor a usar es un tema importante. Contamos con una gran cantidad de modelos disponibles a una variedad de precios muy amplia. Cada monitor puede estar enfocado a un uso concreto: texto, juegos, diseño.

Lo ideal es que usemos dos monitores similares en tamaño o resolución. Ese tamaño dependerá de nuestras necesidades: podemos partir de un monitor de 20 pulgadas hasta uno de 27 pulgadas de tamaño, estos últimos han ido reduciendo su precio considerablemente y con el tamaño tan reducido de los marcos se vuelven una opción muy practica para casi cualquier usuario.

Las conexiones son la clave de nuestro ordenador de sobremesa, por lo menos, un par de salidas de vídeo en su parte posterior: una VGA/D-SUB, una DVI, una DisplayPort o una conexión HDMI. Si contamos con una tarjeta gráfica independiente, tendremos, al menos, dos salidas de cualquiera de estos tipos garantizadas.

En cualquier caso para poder usar varios monitores siempre podemos añadir una tarjeta gráfica básica para el uso de hasta 3 monitores simultáneamente. Lo ideal seria usar las conexiones digitales y desterrar ya el vetusto VGA analógico para conseguir la máxima nitidez y calidad de imagen, nuestros ojos nos lo agradecerán.

En la mayoría de los casos el uso que se le da a la pantalla es como una extensión del escritorio, que en el caso de Windows 10 esta perfectamente implementado en el sistema operativo, con la comodidad y versatilidad de uso que ello conlleva, no necesitamos software adicional ni aprender hacer nada, simplemente se pone y ya tienes mas escritorio para poner ventanas.

Aquí me gusta poner el símil de la mesa de trabajo: como un sentiríais si en vuestra mesa solo cabieran un folio, seria un rollo tener que estar quitando ese folio para ver otro continuamente, pues eso son las pantallas múltiples, mas espacio en la mesa.

Ejemplos prácticos de uso de múltiples monitores

Ejemplo de multi monitor en vertical

Ahora es cuando pasaremos a la práctica. Usar dos monitores puede ser especialmente eficiente en entornos en los que necesitamos copiar información de una ventana a otra o necesitamos desarrollar un trabajo y ver el resultado simultáneamente.

Ahorraremos muchísimo tiempo al evitar cambiar entre ventanas o pestañas en un mismo monitor. Si tenemos la costumbre de imprimir un documento para hacer anotaciones, al usar dos monitores podremos evitar este desperdicio de tinta y papel.

Por ejemplo, si nos dedicamos a la programación, podremos tener el código fuente en un monitor, y ver el resultado al instante en el segundo monitor. Si trabajamos redactando documentos, en uno tendremos un procesador de textos y en otro la fuente de nuestra información.

Los diseñadores encuentran en este tipo de configuraciones un aliado genial: pueden crear montajes, vídeos o cualquier tipo de elemento artístico viendo el resultado en tiempo real en la segunda pantalla.

Por supuesto, el ocio es otra baza importante en el uso de dos monitores: podemos tener un monitor principal para trabajar y relegar el segundo monitor a una especie de “caja contenedora” donde podremos usar las redes sociales, las aplicaciones multimedia de música o vídeo, etc.

El ejemplo mas claro lo tenemos con el uso de Lexnet y el correo de forma simultanea podemos estar creando un expediente y tener el correo con los datos en el otro monitor, para de este modo poder ir copiando el texto o arrastrando los adjuntos de una manera mas rápida y visual.

Con Sonido

Otra de las ventajas que supone añadir un monitor, es que podemos incluir audio (altavoces) si nuestro antiguo monitor no lo tuviera, o quitarnos de nuestra mesa los molestos cables que suponen unos altavoces, siempre que nuestras necesidades de sonido sean bien modestas, ya que las soluciones de audio de los monitores suelen ser de escaso volumen o calidad, pero mas que suficientes para escuchar la radio y cualquier vídeo.

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Publicado el: noviembre 7th, 2017Categorias: ConfiguracionEtiquetas: , 5,1 minutos de lectura

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